Spica

Hilo Rojo

Tan cerca y tan lejos es como te siento,

tan frío como una noche de diciembre,

tan distante como apreciar la luna desde mi cama,

sabiendo que jamás la podré tocar.

Has sido toda una serendipia,

daría todo por poder mirarme en las ventanas

de tu alma.

Es inexorable no perderme en tus ojos, 

que son de un café caramelo.

En algún momento nos tendremos uno al otro.

Nos unirá el camino de nuestros andares

o tal vez ese hilo rojo que nos ata

desde el primer hálito que marcó nuestro comienzo en este mundo.

Entonces, me pasearé por tus pasillos

como si de Louvre estuviésemos hablando.

Tomaré tu blanca y suave mano,

como un sueño que abraza la noche en su manto de estrellas.

En las noches sollozando miro al cielo,

su majestuosa oscuridad y misterio

me hacen recordarte.