Los políticos nefastos, líderes gobernantes
sucios, rastreros, desde empresarios a presidentes.
No hay excepción para el robo evidente
del apoyo que supuestamente es para su gente.
Te engañan, te seducen, te atrapan;
en días de elecciones comen hasta en tu casa.
Pero cuando están sentados en la silla no eres más que una sucia ratilla.
No les importa el pueblo, solo las ansias del poder;
te quieren a su merced, te quieren ver sucumbir.
No tienes derechos ni libre expresión;
si no, mira cuánta gente ha muerto por dar su opinión.
La élite les molesta la conciencia; ellos no quieren ver las marchas de protestas.
Ellos prefieren ver a la gente sin conciencia, ahogados en alcohol, en las drogas y en las fiestas.
A su parecer eso es lo correcto;
aturden tu intelecto, te hacen bobo, inepto.
Y sin darte cuenta, ya eres marioneta;
te centras en seguir las modas molestas.
Consumes drogas, del sexo vives, y el alcohol te pasa como el aire que respires.
Cada una de esas acciones controlada en tus cordones, causa de la mierda en la que tú vives.
Reflexiona, lee, investiga, sal de tu hormiguero, sucia hormiguilla.
No fíes tus derechos en sucio impostor que un día te saluda y al otro te bota como niño su balón.
Es todo un teatro confiar en esos fiascos, porque el poder corrompe a todo ser humano.
Esos hermanos que no fueron encontrados, ¿qué gobernante se pone a buscarlos?
La delincuencia está por ahogarnos, la policía ya no es un amparo,
ya que ellos mismos te cortan la mano.
El mundo está mal, tenemos que cambiar, tenemos que expulsar esas ratas que nos quieren controlar.
La educación de hoy día solo manipula tu mentecilla;
el aprender que dan es para ser esclavo de la monarquía.
No les conviene enseñar cómo salirse de la vía;
al fin y al cabo, más peones necesitan en su partida.
¿Que ya no existen esclavos? Vaya chiste mal montado.
Es el mismo vino servido en otro lado.
Y del otro lado el crucificado, la imagen más vendida del imperio cristiano.
Pero no tengo nada en contra de aquel que fue gran ser humano,
ya que con él nos uniremos como hermanos.
El mensaje del amor fue el que él nos predicó,
pero fue la iglesia la que al mensajero mató.
Tomó su imagen y con ella lucró,
cambió todo el mensaje, lo manipuló
a su beneficio para explotar lo que su mensaje impactó.
Hoy en día su mensaje no es esparcido como el nazareno lo predicó.
Desde el cura hasta el Papa, sucios ladrones,
no les importa el amor,
solo embolsar lo que del nombre de Jesús puedan facturar; a raíz de sus costillas, sus carteras hacen engordar.
Estos son solo algunos de mis pensamientos. Si te ofendo, disculpa por hablar sin peros; esto es lo que yo veo, lo que yo observo: el mundo entero es el verdadero infierno.