La tristeza y la alegría son puras,
piedras preciosas hechas de transparencia.
La sensibilidad se cristaliza en su nombre.
Las lágrimas lo materializan.
Representa mejor que nada
nuestra fragilidad.
Me encanta ser rociado
con una emoción intensa
capaz de hacer más fértil mi piel.
José Luis Galarza (2024)