Dulce elixir de los dioses
que engalanas fiel la copa,
sé mi fármaco que dopa
la osadía de mi amar.
No me prives del consuelo
de ocultar la luz del día
con tus dotes de ambrosía,
en mis horas de juglar.
Oh, salud, amigos míos,
proxenetas de la noche.
Hoy brindemos, embriagados,
\"la falacia del sinsonte\".
Triste elixir de amargura,
¿dónde encuentro un remedio
pa’ la cura de mi tedio?
Nunca dejes de existir,
en el sueño, en la vigilia..,
en la copa, en la garganta,
en mi letra, que hoy te canta.
Sé mi alivio o mi morir.
Oh, salud, amigos míos,
proxenetas de la noche.
Hoy brindemos, embriagados,
\"la falacia del sinsonte\".