Golpe de mar

¿Muerte?

 

 

Cuchillos que se afilan entre sí 

el haz con el envés

una y otra condenada vez.

chispas que arden del revés.

 

El nervio del que depende recortar 

la duda de la trayectoria elegida

entre tanto tuétano maldito.

 

Un sonido que cae de la cisterna 

que halagüeña un final ensordecedor 

lleno de pánico 

sin comodidades

para con los dos.

 

El destierro como única salida a salvo 

de tantos orgullos enfrentados.

 

Empezar de cero se me antoja una quimera.

 

Continuar quizás en un psiquiátrico a salvo de los vientos

o mejor aún bajo la tierra dando de comer a las lombrices.

 

Si ya nada después de nada, vale nada

para qué continuar en el rodeo

si no hay contrincante válido a ganar.

 

Disimular una caída noble hacia el olvido,

olvidando lo poco que me queda

 

- por abandonar -

 

Perdonar a los deudores de esperanza,

a los llantos que vendrán 

a no merecer la pena ni la gloria

 

- de ningún portarretratos -

 

Se me agota el aire y me entierra el tiempo.

 

La oscuridad me adelgaza los sentidos.

El torno se ha pasado de forzar

atrapó el fin de mi camisa de fuerza 

y todo adentro lo metió.

 

Ahora,

una veleta ensangrentada 

dibujando arte moderno en el taller.

 

Fracaso completo de mi espejo.

Una pala y un pico para hacerme el hueco en un sustrato

Donde nada debería crecer 

salvo petróleo, humo

 

                 - y poco más que muerte -