Peldaños que suben o bajan
con final incierto.
El camino de cada uno
no se reduce a ellas.
Pasamanos que simulan
mujeres de la vida,
sin precio.
Descansos con la tentacion
de quedarse quietos.
El camino no se constriñe a ellas.
Estar mas arriba o mas abajo
es parte del engaño
de un estatus que nos enfrenta.
Quienes terminan son iguales
que los que comienzan.
Por las que yo conozco
se sube a un barrio obrero.
Al envejecer
es mas facil recorrerlas
con ayuda,
agarrado de algun brazo.
Escuchar las pisadas
nos hace misticos,
en un mundo plagado de ruidos.