Diego Pantoja

Amanecer en tus Ojos

 

¡Ay, mi dulce amor,
cómo no adorarte!,
que anoche mientras
reposaba en tu regazo,
lo único que pude pensar
fue que sin ti,
mi vida entera
perdería su compás.

¡Ay, cariño,
y cómo no extrañarte!,
cada vez que te vas,
cada vez que te alejas de mí;
porque deseo guardar
tus caricias
justo al nacer en tu piel.

¿Y quién soy yo ahora
para ocultártelo?


Te amaría hasta el fin del tiempo
si fuera posible;
sería yo quien se quede
protegiendo tu descanso
hasta que el sol despierte,
para alejarte del dolor
y de todos sus miedos,
del vacío de la soledad
y de la noche
que lentamente nos envuelve.

Despertar en tus ojos
bajo el abrigo
de nuestras sábanas compartidas,
ofrecerte mi amanecer
cada día de mi vida
y verte sonreír para mí,
al amarnos en cada alborada.