El aire frio besa mi rostro como el carácter distintivo
De una noche llena de nostalgia en la cual
A través de la luz de la luna y de los faroles la imaginación da lugar a recuerdos
¿Acaso tú crees en fantasmas?
Me repito en mi cabeza mientras busco consuelo en la cortina de mi inocencia,
Asumo con un gesto de afirmación y continuo mi camino,
Mientras observo la hora en la cual,
Sin importar el temor de mi corazón, soy capaz de rencontrarme contigo
Te amo tanto que soy capaz de olvidarte
De todas maneras, el mundo no tiene porqué enterarse de la existencia de los fantasmas ¿Verdad?
Esperare por tu belleza así sea por una eternidad,
¿Cuánto se tarda para llegar al valle de la inmortalidad?
No lo sé, pero de lo que si se es que ahí
por fin encontrare el bolígrafo de la perpetuidad
Con el cual escribiré una historia que no tendrá fin
Donde se plasmará tu belleza y mi torpeza natural
Sin importar el juicio de los hombres ni creyentes
Ya que solo seremos de esa literatura en la cual
La única opinión que importa es la del lector,
Después de siglos milenios y eones
Seguiremos existiendo como bella poesía
O tal vez como dos simples fantasmas.