Temeraria idea asfixiante,
lid vana consuetudinaria,
del espíritu desbordante
eleva el ansia ordinaria.
Ingente noción necesaria?
Ardid fatuo del pensamiento
que ensombrece la luminaria
del gen repetitivo en intento.
Desaparece sobria la idea,
en lentas ráfagas aleatorias,
pero, la mente tiene memoria
y el final tenue lo colorea.
La ilusión de respuesta cesa
cuando el entendimiento muere;
la senectud en espejo hiere
la grieta de la piel sopesa.