Como dijo Shakespeare:
\"Si por besarte tuviera que ir al infierno, lo haría,
así podré presumir a los demonios que estuve en el paraíso sin necesidad de entrar.\"
Hoy quiero dedicar un poema a tus labios y tu boca,
ese pasadizo al amor que algún dios plantó en un increíble jardín.
Tus labios arden como el fuego,
albergando lo más cálido de la tierra,
un fuego capaz de encender pasiones sublimes.
Tu boca, el pasadizo que contiene esa sonrisa,
oculta por el tiempo durante largos años,
ahora la deja brillar, iluminando el sendero
de un desadaptado con un pasado sombrío.
Es curioso que hoy, en la odisea de esta historia,
tus labios y tu boca aún conserven
ese pasaje al cielo que todos anhelan.