Te esperé, juro que te esperé.
En aquel puerto yo te esperé
Sonriente y con el corazón en la mano.
La tormenta arrancando cada recuerdo de ti.
Desde tu aroma hasta tus besos y el recuerdo de tu cuerpo.
Esperé empapado y por mi corazón yo enlutado.
Sosteniendo sus colgajos mientras contenía mi llanto.
Eres acaso alguien que mata cada espacio de mi ser.
Odias el amor, torturas por placer.
Ya no quiero verte, dentro de mí ya no queda nada.
Solo cenizas y el llano sepulcro qué dejaste en mi pecho.
Ahora tu recuerdo ya no sabe a nada.
Lamento en lo profundo el tiempo que perdí en ti.
Si volver el tiempo podría jamás me fijaría en ti.
Tú siempre quisiste que aguardara por ti.
Déjame aquí, que ya la tormenta acaba de partir.
Mis ojos resecos están, para cuando vuelvas no me vas a encontrar.
Ya de ti no quiero recordar, que hasta de estar vivo me haces lamentar.