Barca se volvió la vida
sobre los furiosos mares
con vaivenes y pesares
y por eso, va dolida.
La marea más temida
que produjo mal presagio
nunca provocó naufragio
a la barca que segura
superó toda bravura
a pesar de tanto adagio.
Ni las muchas tempestades
que en las rutas se encontraba
cada vez que navegaba,
limitaron facultades.
¡Vivan las dificultades!,
fue la insignia más sentida
porque nada hay que le impida
continuar rumbo a su puerto
porque nada tiene yerto
si primando va la vida.