2002-08-07
LA SOÑE
Anoche soñé que la encontré
pero la vida mía y la de ella estaban hechas,
cuando la vi era una deidad en ébano,
yo la seguía amando y ella estaba ajena
y yo también.
Mis ojos se nublaron y sollozaron al verla
me miró y nada me dijo
siguió su camino entonces corrí para alcanzarla
¡ que pasa me dijo,
Atimrac mi dulce Atimrac ¿eres tú
mis ojos sollozaron, mi boca enmudeció.
Mis manos temblaban, mi corazón agitado
la mire y la mire
en sus ojos pude ver la tristeza,
no me pudo mentir sabía que no amaba.
Yo el hombre con mil penas,
que a su vida llegaba,
era un domingo por la noche
estaba frente a mi cual mariposa
de mil colores
hermosa como siempre.
Era ella, siiii era ella, la niña
de los rizos negros
la mujer que buscaba la que un día la perdí.
estaba frente a mí,
la tenía, la veía y no la podía tocar.
Su vida describió detalle a detalle,
te amo me dijo pero soy ajena
no puedo más me comentó,
aquí se termina y es por nuestro bien.
El llanto volvió a mis ojos
y mi vida retornó a la falta de sentido
fuimos novios poco tiempo
novios de ambrosia y del pecado
ella regreso con el alma rota
y yo partí con mi cuerpo moribundo.
Entonces me desperté, era solamente
un sueño, un sueño nada más.
Autor Guido German González Villavicencio.