Diego Pantoja

 En el Silencio de la Soledad

 

Vamos, dime, piensa un poco...
Quién ocupa tu mente
cuando el llanto
cae pesado de tus ojos.
Quién se queda
en la memoria de tu piel
cuando las caricias se queman
en el fuego del tiempo no compartido.
Quién es el nudo en tu garganta
cuando, pese a todo esfuerzo,
comprendes que ya no puedes con todo.

Será que queda alguien
en los pliegues de tu pensamiento,
o realmente estás tan solo.

En noches de insomnio,
cuando las sombras murmuran,
cuando el reloj marca el ritmo
de un corazón cansado,
quién se presenta en tu mente,
quién susurra en el vacío
de tu cuarto oscuro.

Quién es la figura
que se esconde tras los sueños,
el rostro que nunca ves,
pero sientes en cada suspiro.

Es en esos momentos
cuando el eco de la soledad
resuena más fuerte,
cuando las paredes se acercan
y el silencio pesa.

Será que en algún rincón
de tu alma,
queda la sombra de alguien,
o quizás solo el reflejo
de lo que pudo ser,
de lo que nunca fue.

Piensa un poco, dime...
En el temblor de tu voz,
en la desesperanza que te envuelve,
quién es el fantasma
que te acompaña,
o es solo el vacío
que responde a tus gritos.

En el juego cruel de la mente,
en la danza de los recuerdos,
quién te sostiene
cuando todo se derrumba,
quién te abraza
en el frío de la noche,
cuando el mundo parece
un lugar desolado.

Quizás, en la vastedad de la soledad,
en el silencio que ensordece,
queda un nombre no dicho,
una sonrisa olvidada,
un amor perdido
en el laberinto del tiempo.

Pero dime, piensa un poco...
¿Es alguien real
o solo un eco de tu corazón,
un susurro de tu mente,
un reflejo de tu soledad?