Humberto Gómez Sequeira

La puerta

Frente a la puerta de la ley
del placer y de la salvación,
mi instinto moral me guarda.

Rasgo la piel de mi sentido de ser
y, avivado, retorno a la cueva
donde nació el animal racional.

Entro sin juramento y me siento
en la piedra de mis antepasados
a pensar libre del estado absurdo.