Cuando vi tu profundo mirar,
divisé ternura nunca vista,
nació la necesidad de amar,
isla que anhelo, con mi ancla lista.
Decidí la vida embarcar
con nuestras fortunas mezcladas
fragantes vidas derramadas
rio que desemboca en la mar.
Sueñan náufragos hambrientos
con tu fruto de sirena,
envidian las azucenas,
tu sabor, tu sol, tu viento.
En tus ojos hubo una
mirada que enamora,
que sonroja mi luna,
que mi sol nunca ignora.
Si me autoengaño
donde nazco y muero,
muero si te pienso,
muero si te extraño.
Nazco en recuerdos
se van palabras,
al mar naufragan
evitan puerto.
Puertos, barcos
mar vacía,
porque te amo
todavía.
¿O toda
la vida?