Raquel Varrotti

MIS CALLES

En el

eterno

transitar

de los

momentos

 

se sienta

a esperar

la misma

muerte,

 

que me

sigue

por tus

calles,

 

que se

arrastra

 

tras

la sombra

de mis horas,

 

que

me engaña,

 

ataviada

con tacones,

 

un vestido

abierto

a los costados

 

y un paso

de milonga

que me pierde.

 

 

Entonces

tu esencia,

 

Buenos Aires…

 

tu gente,

 

tu río

sin plata,

 

tus veredas

anchas,

 

el azul

de tu cielo,

 

tu música

 

tan

triste,

 

tan

hermosa,

 

me salvan

de la

muerte.