Le canto a bellas damas que ofrecen alegría
y cargan en su espalda de amor el gran pendón;
llevando sus ribetes sagrada devoción
que trae de esperanza su luz y su armonía.
Sus rayos son los rayos que alumbran cada día
igual que faro ingente de hermosa redención;
que brilla con el brillo que tiene el corazón
que guarda en sus entrañas la paz que el mundo ansía.
En ellas se conjugan derechos invariables
que visten roja estela tejida de bondad;
que fluye cual cascada , de seres admirables
que portan las banderas de honor y dignidad;
y ofrecen sus alientos, a quienes incansables
persiguen con ahínco Justicia y Libertad.
Autor: Aníbal Rodríguez