Soñé con un mundo diferente
un oasis, en el infierno
un paisaje de un cuento
un lugar que entre los sueños
era un sueño permanente.
Soñé con su rocío
y el frescor de la mañana,
con la bruma, con la calma
del sueño en el paraíso.
Soñé con la lluvia clara
con su viento y con su frío,
y desperté con los trinos
de los pájaros al alba.
Soñé con sus montañas
con el agua y el sonido,
el rugir de las cascadas
rompiendo el nivel de ríos.
Con la noche iluminada
por la luna y su reflejo,
soñé, que estaba despierto
en ese mundo de cuento.
Con la brisa del momento
soñé que estaba en la playa,
y palmeras agitadas
disfrutaban de aire fresco,
y al son del viento, bailaban.
Soñé con ese lugar
con sus vírgenes praderas,
un lugar donde la hierba
disfrutaba por estar,
un edén sin explotar
lo soñé, sin darme cuenta.
Hoy despierto en un mundo
que nada tiene que ver,
un lugar donde se ve
que el futuro es muy oscuro,
diferente al que soñé
un lugar, que nada tuvo
parecido al que conté,
quizás por eso soñé
que vivía en otro mundo.