Las cosas sobre las cosas,
las voces de tu alma mía,
la mía eres tú y la rosa,
la mar que desconocía.
El jardín de los sonidos,
la piel el pelo y la sombra,
es donde mi ser se abriga,
como eres tú y es la rosa.
Esas cosas son la misma,
pues si tú tienes la rosa,
y la rosa está conmigo,
para mí es la misma cosa.
La flor y su dulce aroma,
navegando en mares libres,
es la brisa que te nombra,
somos todo en estos vides.
Cruzan caminos de estrellas,
bajo un cielo de promesas,
donde el amor no se pierde,
entre rosas y certezas.