Mauro Enrique Lopez Z.

Allá tú

Te lo dije, no salgas a la calle,

tú como siempre me dijiste 

que yo no era el dueño de tu 

vida, solo éramos pareja y podía 

hacer lo que te daban ganas. 

Me quedé cayado porque no 

quería entrar en palabras o enojo, 

ahora vienes que resuelva tu 

problema; haya tú porque cuántas 

veces te saqué de esos líos. 

Hoy te saliste de juicio, yo no 

puedo ayudarte, llama a tus 

amigos con quién me hacías 

fiero; lo lamento aunque te amé,

y sé que voy a sufrir, pero me voy 

a levantar y tu mal proceder 

lo pagará, porque no escuchaste

consejo de quién cuidó de ti,

porque te amaba.