_Donde Manda el Corazón_
En un reino de latidos constantes,
Donde el cerebro cede y el corazón manda,
Razón y lógica, meros observantes,
Ante el imperio del sentimiento que avanza.
El corazón dicta, su ritmo es ley,
El cerebro, un vasallo sin poder,
Los muros de la lógica, convertidos en rey,
Ante el asalto del amor, deben ceder.
Los latidos resuenan, notas de una canción,
Que guían nuestros pasos con su melodía,
La razón, cautiva, cediendo su posición,
El corazón, triunfante, reclama su soberanía.
El cerebro, destronado, un mero espectador,
Mientras el corazón gobierna, amo y señor.
En su reinado, la nostalgia y el dolor,
Se entremezclan con la dulzura y el ardor.
Nunca más cederemos al dominio del pensar,
El corazón manda, su ley hemos de acatar,
Pues donde manda el corazón, no domina el cerebro,
Donde el amor, triunfante, seguirá su derrotero.
EmilioDr
06/05/2024©℗®