En el aula de esperanzas y sueños,
donde el saber y la vida se entrecruzan, un profesor, con ojos de comprensión, descubre la verdad que el silencio custodia.
Ve en los ojos de sus alumnos,
historias no dichas, batallas ocultas, jóvenes valientes de tierras lejanas,
refugiados de guerras y penurias.
Niños que llaman a padres ausentes,voces que anhelan un abrazo perdido, almas adoptadas buscando su esencia, en el rompecabezas del destino.
Jóvenes fuertes, de padres cautivos,
que entre rejas encuentran su herencia,luchan cada día por ser distintos, por romper cadenas, por cambiar la sentencia.
El profesor, testigo de sus luchas,
comprende que el comportamiento es solo la punta,de un iceberg de amor y de carencias,de necesidades que la vida apunta.
Y así, con paciencia y con ternura,
transforma su clase en un refugio seguro,donde cada estudiante, con su historia única,encuentra amor y un futuro.
Lección de vida, lección de amor,
el profesor al final comprende, que más allá de las letras y números,
es el corazón lo que realmente aprende, es el quien en silencio corrije, y se lleva la lección de amor.
Después de callar mi ignorancia...