Sombría soledad mi fiel amiga,
En el desierto inerte de mi vida,
Lleno de goces falsos
Y embriagadoras damas de fantasía,
Que en la cumbre plena de la noche,
Se convierten en mi gran compañía.
Senderos ocres fueron mis días
Y en caminos inertes de noche vivía,
Enamorado de vanas voces,
Que al mal insistían,
¡Como si fueran las grandes glorias,
De esta tierra!... ¡mentiras!
¡Tan solo mentiras!...
En alegrías falsas viví,
En tormentosos goces de soledad,
Junto amores falsos y vacíos,
Como el estío a mitad de la primavera.
En bandeja de plata, El mal se ofrecía
Y en dolor y sufrimiento
A Dios yo creía.
Atado de pies, manos y ojos,
Por el mundo a caminos inciertos
Me llevaba mi guía,
Sin imaginar las tormentosas
Soledades que ahí existían.
Sueños tontos de muerte,
Deseos falsos de vida,
Fueron por varios años
Mi más fiel y gran compañía.
En caminos difíciles y oscuros,
Que mal y con gran riesgo recorría,
Olvidando voces de advertencia
Y valores sepultados que en mi mente existían.
Carlos R. Barrera