Hashem Fajardo

Se me agotó el despecho

Por segunda vez, las nubes lloraron sin soltar su lluvia.

Vino un topo y, en su madriguera, las gotas se tragó.

Tomé tus daños y los tapé con telas rubias;

Por más que trate, mi tanque, sin tristeza quedó.

 

Ya no te sueño por las madrugadas como lo hacía antes.

Si aparecieras en alguno, ya no sería tan interesante.

Se me agotó el despecho al querer dar por sentado algo que no estaba hecho;

Ya no me duele recordar nuestros pocos instantes.

 

Sé que habrá otra mano que sostenga la tuya,

Y sé que podré verlo sin desintegrarme.

Espero que las hojas de tus nogales nuevamente fluyan;

Yo espero no usar otro clavo para poder olvidarme de ti.

 

Ya no me quedan muchas canciones con tu nombre.

Puedo mirarte de frente sin partirme en dos.

No extraño las migajas de pan que solías darle a este hombre.

Ya se me agotó el despecho; ya no me fragmento al pensar en tu voz.