(Terquintesio)
Abogará mi alma en la llanura
a los puntales regios de su letra,
abogará silente a su atadura.
Y con el viento vasto; lo pretérito
y la quimera oscura, que penetra,
se esfumará, dejando libertad.
No hay desenlace alguno, menos mérito,
sin el dintel que alumbra voluntad.
Las pesadillas; vicio incomprendido,
desglosadoras raudas de alusión:
son la psicosis, letras, lo vivido,
que se iluminan siempre en percepción.