Tus ojitos me miraron otra vez
y en ellos encontré mi paz,
en su brillo, la luz del amanecer
que ilumina mi camino sin fuga ni falaz.
En tu mirada descubro el universo,
un mundo lleno de ternura y calor,
donde los miedos se disuelven en un verso
y el amor se convierte en el mejor sabor.
Tus ojitos me invitan a soñar,
a volar alto y sin temor,
a confiar en el destino y en el azar,
porque sé que contigo siempre es mejor.
En tus ojitos encuentro la verdad,
la sinceridad que anhelo en mi vida,
un refugio donde el alma puede descansar,
y donde el amor florece sin medida.
Gracias por tus ojitos que me miran con pasión,
por iluminar mi mundo y llenarlo de emoción,
por ser mi guía, mi fuerza y mi razón,
porque en tus ojitos encuentro mi canción.
“Serl”