Te extraño. No hay palabras más concretas, me fui, por bien. Sin rimas, sin drama, sin arte. Me fui como el eco de un aullido, difícil de escuchar e incómodo, con el alma cansada, una prosa bien gastada y una poesía muerta por la oscuridad de la relación, me fui, como esta prosa, corriente, sincera y olvidadiza. ¿Y ahora te extraño? Extraña pregunta, extraña prosa, extraña sensación de extrañarte.