Está vacío el tintero,
la plumilla se quebró,
las cuartillas, arrugadas,
la vela ya se apagó
y humea negros recuerdos
que apestan la habitación.
El vinilo está rayado
el whisky se derramó
sobre la mesa y la pipa,
está empapada en alcohol,
la cabeza me da vueltas
como un tiovivo atroz,
los recuerdos se revelan
y orquestan alrededor
un aquelarre siniestro
que aturde en mi habitación
Cronos duerme la resaca
y no quiere despertar
ronca, vomita y vocea
que el tiempo se acaba ya…
le saco punta a mi lápiz,
tomo el rollo de papel
y escribo en la partitura
que cuelga en el W.C.
un soneto a la esperanza
un himno al amanecer
porque nada nadie ¡nunca!
podrá hacerme enmudecer