El Corbán

TUS GESTOS

Cuando frunces el ceño, mi amada,

y en tu rostro se asoma el ardor,

cada gesto, con furia adornada,

es un baile de puro fervor.

 

Tus miradas, relámpago inquieto,

son destellos de un mágico afán,

y tus labios, en dulce decreto,

dibujan un enojo galán.

 

Oh, tus gestos, pasión encendida,

cuando enfureces, me atrapan más,

y en tu ira, mi amor, en tu vida,

veo un fuego que nunca se apaga jamás.