Carlos Eduardo

DELIRIO

 

Delirio,

qué otra cosa es el amor;

si es una tormenta en el alma,

una fiebre en la mente,

una locura en el corazón.

 

Se pierde la calma,

la obsesión recorre los pensamientos,

la desesperación se convierte en un estado permanente,

donde uno vaya ahí está presente,

se aligera el paso, no es ella,

repitiéndose una y otra vez

la misma angustia.

 

Y si el amor termina,

el vacío nos deja estáticos,

yertos, catatónicos, infelices,

acobardados, despreciables, impotentes.

 

Es una enfermedad inmune,

aunque virulenta.

 

Preferiría solamente soñarte;

mas, me es imposible.