Alfredo Saez

-Mi Río Postigo-

 

¡Vida! Dame tus llantos terapéuticos

que  llevarán esas lágrimas dolosas

y acaso los  hedonismos hermenéuticos,

recordio  pleno de vivencias asombrosas.

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Corra salina humedad en sibilinos parpadeos

por la ruta epidérmica de erosionados años,

fluir de sublimados alivios, itinerarios de apogeos,

asamblea de jolgorios y almanaques en los estaños.

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Construí sin losetas ni cemento testimonial, arquitecturas...

torres de semblanzas enhiestas en el padrón de los sueños

confiables por seis décadas  hasta la vejez de las fracturas,

luego vino dictatorial homo Biología y cesaron los empeños.

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Y aquí estoy. Geronte y en Soriano del río postigo,

camino acuoso y vegetal, diseño de la secular Eternidad,

predestinada, sagrada  y escrita en el divino  Código:

¡Por fin! alcanzaré,  de las almas, la suprema Libertad.