INDIFERENCIA
Existen algunos momentos en tu vida donde comprendes
que has llegado al equilibrio: Es igual vivir que morir.
Se ama la vida cuando tienes metas por cumplir,
requieres invertir toda tu energía y expandir
al máximo cada instante.
Al hallarte en la cumbre de un inmenso nevado necesitas
irremediablemente del calor, sino te invade la hipotermia
y llegará sin piedad tu deceso.
Mientras más alta sea una torre, sus bases deben ser más sólidas
y el terreno más estable para evitar su colapso.
Tu existencia es la estructura más sofisticada y de mayor precisión
que debes construir, sus cimientos tendrás que calcularlos
sin error alguno y emplear óptimos materiales, sin olvidar
su antisismicidad.
Al perder tus ideales tu vida se desmorona sin que puedas
evitarlo, aunque tu cuerpo se resista sólo quedarán
tus cenizas esparcidas por el gélido viento.
Jaime Muñoz, junio 7 de 2024