Hugo Steeven Carrillo Plaza

Dama de Hierro en Invierno

Aunque sus pensamientos titubeen sobre los míos,
siempre contará conmigo, no hasta dos o hasta diez,
como aquel trato silencioso que pactamos con el corazón.
De forma franca me pregunto cómo se puede amar
hasta el punto en que el sol se asemeja a tu sonrisa,
y la luna, cuando cierras los ojos y todo se oscurece.

Quiero confesar que a veces te imagino acostada en mis brazos,
en un campo similar a los elíseos descritos en antiguos textos,
preguntándome cómo puedes ser tan bella entre tantas flores.
Quiero aprovechar este momento para disculparme,
disculparme por no haber visto a tiempo tus dotes y cualidades.
En el franco camino de ser humano, uno recibe golpes
y a veces no reconoce el amor puro a la primera.

Hoy quiero decirte que nuestra fortaleza está lista para recibirte,
a prueba de todo, incluyendo tus dudas y miedos.
Guardo mucho amor para las reservas del invierno,
abrazos para el frío y muchos chocolates para cuando te invada la nostalgia.