Me caí de mi bicicleta
en un momento de verdad,
iluminado por el Sol.
Una lágrima en mi lengua
fue mi único sustento
en una tierra salada.
Desaparecí de mi mente y perdí
mis pies caminando absorbido
por una turbulencia de nubes.
Yo era un niño que confundí
con un juguete en mi camino
hacia la edad de no retorno.