boris gold
\"SIEMPRE QUE LLOVIÓ...PARÓ\"
La fría escollera, las olas que rugen, un joven suicida que mira sin ver, la bolsa fluctuante que sube y baja, lo hundió cual plomada y le tocó...perder.
Él creyó a ciegas ser un intocable, sobraba el dinero y el jolgorio también, más la vida altiva que no tiene dueño, lo puso en la vía al paso...del tren.
Pisoteó al más débil en pos de sus logros, las reglas del juego las ponía él, su dinero compraba amor y obsecuencia, más todo es tan frágil como un barco...de papel.
Pero hay milagros y a veces se muestran, de la mano de alguien cual Dios celestial, el sucio linyera le gritó en la cara, la muerte es mentira, la vida…es verdad.
Lo miró asombrado sin saber siquiera, que estaba pasando ni quién era ese ser, envuelto en un halo de una paz inmensa, y se olvidó entonces lo que iba...a hacer.
Quien lo hubiera dicho que él tan poderoso, iría a hacerle caso a un ser tan singular, como un padre sabio le dijo al muchacho, la vida es cual madre que nos enseña...a amar.
Boris Gold (simplemente...un poeta)
REESCRIBIENDO
Este tango terminó,
bajo las estrellas
en el arrabal nació el poeta
forjó su espíritu,
ahí gozó de amigos,
de la calesita,
su primer amor,
que dejó por mares lejos de casa,
aún no sabía nada de la vida,
cuánto se arrepentiría,
al conocer su verdad;
no había nada más grande que el propio terruño,
pero era demasiado tarde,
los compases de las calles mojadas y barrosas
se habían esfumado en el tiempo,
la gente amable,
los iguales,
ya no sabían quién era él.