samdrohip

USTED MUSA MÍA

---

Usted, musa mía,  

dulce que elaboran las abejas  

con el néctar libado de las flores.  

Usted que desnuda la trémula hostelería  

de mi timidez.  

 

Usted, amada mía,  

que lleva en sus labios el horizonte  

que separa el cielo y la tierra.  

Eres como el olor de la lluvia en los lugares secos,  

lejana e intocable como el rostro de una nube.  

Esbozas el tiempo con una sonrisa  

y añades pigmentos a la existencia efímera.  

 

Usted, reina mía,  

devoras mi cortesía  

como una oveja que come los brotes.  

Priva mi voz al costado tuyo,  

tomas posesión de mis pensamientos.  

Inefable sentir que en mi pecho mana,  

eres tú, mangata que todo pez namorado busca.  

 

Doncella mía, maíz de teja,  

eres rastro de espuma y agua que la ola narra.  

Nace de tu piel la albura mansa,  

quieta y taciturna como el remanso de la noche.  

Tu boca de viento que arquea las palabras,  

tus ojos que rutilan la luz del fuego,  

y nace de tus pupilas el dorado fulgor de los limones.    

 

Señorita mía, todo se siente a usted,  

Cómo el pardo bravío de un ocaso,  

el recuerdo casto que cúpula el alma,  

la cálida luz del sol filtrada a través de los árboles,  

el viento sonrosado de las mañanas,  

la fría quietud que rasga la lejanía,  

  el bálsamo suspiro de la espuma en el café. 

 

Bella dama, todo me lleva a usted,  

como este corazón sonámbulo pordiosero de sus noches soñolientas,  

como esta flor inmarcesible que crece en mi pecho.  

Primor mío, el instante transpira segundos,  

pero no hay centella que cafuné el tiempo.  

Tú lo vuelves eterno y exquisito.  

 

Usted, princesa mía de voz meliflua,  

etérea como el pétalo de una rosa.  

No hay orto como el arte de tu mirada  

quebrando el bosquejo de mis latidos.  

Me sostienes en el aire con tus alas,

 querida mía, usted es obra de la belleza misma.  

Un Suspiro virgen que mi aliento casto ansía aspirar.  

Musa mía, estoy a sus pies.

 

---