lagrimascitricas

Calma II

Calma aparece como tu rostro en mi pantalla,

como el primer rayo de sol que saluda la ventana,

después del dolor punzante del frío por la mañana.

Calma está a un mensaje tuyo,

a una charla conmigo,

a un recuerdo tardío

y en la punta de tu lengua

 

Calma ya no es tu hombro o tu abrazo,

ni el sillón o el llanto.

Tampoco las risas.

Calma susurra una bolsa girando lento en el viento en la ciudad y su caos

Y calma me abraza aún sin ser tus brazos después de escuchar tu voz.

 

Hoy,

tu ya no eres mi Calma,

y aún así la encuentro

en lo que me trae el viento.

 

Y como el viento es tuyo,

y ya aprendí a ser bolsa,

aprenderé a ser aire

para fluir en mis prosas (y con las cosas,

también)