jvnavarro
AMORES QUE NO PESAN
Por aquí nos quedamos leyendo
algún que otro poema,
de esos que de repente llegan
y hay que atender
antes de que la noche
nos llene de misterios,
sobresaltos, miedos y sorpresas.
A duras penas
podían seguir mis ojos los versos
ya que detrás de cada silaba
siempre había una letra
con la cual volver a leer de nuevo.
Todo era amor
y de tanto yo querer
a los sentimientos
que nacían en los poemas
se me llenó el alma de aflicción
y tristeza.
Un gran encogimiento me invadió,
fue una especie de tela negra,
que me cubría desde los pies
hasta la mismísima cabeza
y con estas cosas que tan poco pesan,
volátiles como un globo
y digeribles como un vaso de cerveza,
es verdad que me quedé tranquilo,
ya la noche rezumaba
por todos sus lados dramas,
estos en tono mayor,
y tragedias como la Ilíada y la Odisea.
Y es que los poetas somos
de todos los escritores que se dedican
al mundo de las letras,
los únicos que somatizamos
y convivimos con los poemas,
hasta tal punto
que lo suyo es nuestro
y si algún día te falta una penitencia
te asomas a uno de ellos
y te puedes poner a llorar
con las ganas que quieras.
Tanto de amor leído
y tanto tacto
la de los poetas,
que cuando se terminan las lecturas
es como si se hubiera caído uno
en el interior de una cisterna,
llena de vino de esos
que si los saboreas con paciencia,
te das cuenta que todo bien medido
es el mejor acierto
para afrontar los retos
de la mejor manera.