El Corbán

LIBERADA

Te veo ahora, en risas olvidadas,

como si nuestro amor jamás existiera,

mis lágrimas caen, silenciosas, heladas,

mientras tu alma libre de mí se libera.

 

Sorprende tu olvido, veloz y certero,

como el viento que borra huellas del suelo,

yo aún en el abismo, prisionero,

de un amor perdido, de un triste anhelo.

 

Mientras tú sigues, ajeno a mi duelo,

yo cargo el peso de un adiós tan cruel,

no logro olvidarte, en mi corazón recelo,

que tu amor fue mi cárcel, y mi piel.