La felicidad más pura
es alegre y contagiosa,
como lluvia en primavera
que agrada y siempre lo borda,
tan única y transparente
que hasta en sueños coge forma.
La mostramos a los nuestros
y el corazón se alborota;
si el momento es adecuado
nuestra mente lo provoca,
regalar felicidad...
que nunca estará de sobra.
Ser feliz, que gran jugada
con momentos que se antojan
más dulce que rica miel
y el mejor de los aromas.
Es sentimiento muy loco
que a mi espíritu se acopla.
Si la mañana es radiante,
si la vida me enamora
o camino con mi luz,
regalo sonrisas y holas,
que no hay nada más bonito...
Semejante a una victoria.