En estos días de incertidumbre
no es a ti a quien temo,
es la tardanza en el tiempo
en donde no sé
si la vida inmisericorde
hará de las suyas;
le cause más sufrimiento.
Es la angustia por esperar
el ineluctable desenlace
y sea testigo de su agonía.
Me duele verla postrada:
sabes mi llanto es profuso
te ruego si la vida se resiste
libera a mi madre de ese yugo…
Con horas y días de letanías
espero se eleve su espíritu.