Carlos Eduardo

DESFACHATEZ

 

Hay gente y gentecita,

los primeros son decentes

y los otros no,

pretenden ser lo que no son

representan un peligro para el resto,

según donde están actúan;

aquí, unos plagian sin descaro,

cuando son expuestos

ya han pasado muchos años,

no sienten remordimiento

por ser sorprendidos

en sus prácticas infames,

lo inaceptable es que suelen ser de la tercera edad,

experimentados en el engaño,

y continúan como si nunca nada hubiese ocurrido,

¡suma desfachatez!