Querido pasadizo del rencor,
Hoy miro atrás,
y veo el rastro de los vidrios rotos que pisé.
¿Hacía falta cruzar descalzo?
Yo diría que sí. Pues quién se siente culpable,
Buscará una forma de remediarlo, o incluso castigarse.
Lleno de más heridas quedé, por el grandioso viaje absurdo que realicé,
¿Un viaje? ¿Por qué?
Porqué simplemente intenté huir,
Huir hacía algún lugar en dónde ocultarme,
Esperando aliviar el miedo,
Jamás creí que moriría más de una vez en el intento.
En el mismo lugar desperté, una y otra vez
¿Acaso todo fué un sueño?
No importa como suceda,
Escalando montañas para saltar,
O buceando a lo más profundo del mar,
Solo huí en nombre de alguien más.
Alguien me buscaba, alguien se desesperaba creyendo no volverme a encontrar,
Encontrándome cuando en rumbos separados debíamos estar ya,
Haciéndo vanos mis intentos de aceptar,
Haciendo borrosos los recuerdos que quise atesorar,
Buscando reconciliarse conmigo en secreto, Buscando también hacerlo cuando se arrastraba por los suelos.
Querido pasadizo del rencor,
Hoy miro atrás,
y veo ese rastro de sangre real,
Exceso de sangre que necesité liberar,
Ese líquido de vida que envenenado está,
Lleno de nostalgia imposible de recuperar.