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Danza de la traiciĆ³n

 

En el lienzo de mi memoria,
tu imagen viva se dibuja intensa,
como un sol que alumbra mi aurora,
llenando de luz mi alma suspensa.

Tus ojos, pozos de miel cálida,
secretos y sueños ocultaban,
y tus labios, dulce melodía,
promesas de amor susurraban.

Miércoles de danza mágica,
escape de la gris rutina,
un universo donde se agranda
la dicha, solo tú y yo, divina.

Colores que tiñen la vida
con tu presencia radiante,
un nido de sueños se edifica,
donde el amor fluye constante.

Mas en tu mirada a veces,
una sombra se reflejaba,
una duda que me inquietaba,
un enigma que no descifraba.

Tus palabras, antes cálidas,
se tornaron frías, distantes,
como una máscara que ocultaras
sentimientos que eran constantes.

Un día fatal, el velo se rompió,
te vi en un motel decadente,
con alguien que yo consideré amigo,
una traición que hirió mi presente.

La incertidumbre me atormentó,
¿me amabas o solo fingías?,
la duda cual daga me hirió,
dejando el alma en agonías.

En un acto desesperado,
buscando calmar mi dolor,
cometí un error desatinado,
manchando mi propio honor.

La culpa me invadió cual marea,
comprendiendo el daño causado,
que el dolor que yo infligía
no era comparable al que sufría.

Te fuiste, y la luz se apagó,
dejando mi vida en penumbra,
te extraño con cada latido,
tu recuerdo mi mente enumbra.

Tu piel, tu mirada, tus labios,
incluso tus palabras frías,
son fantasmas que en mis sueños agobios
me persiguen en noches vacías.

No sé si me engañaste o no,
la duda es herida sangrante,
he llorado ríos, noches de insomnio,
buscando respuestas en vano.

Pese al dolor incesante,
tu recuerdo en mí perdura,
eres musa, canción constante,
protagonista de mi amargura.

El tiempo cura las heridas,
dicen, con su andar sereno,
espero sanar estas tan sentidas,
y encontrar el anhelado sosiego.

Aunque la amargura me persigue,
la venganza no es la salida,
el perdón, aunque el alma se aflige,
la llave que mi ser renueva.

Yo, que fui víctima del rencor,
hoy me exhorto y te exhorto a ti,
que busques sanación con fervor,
y la ayuda que te haga feliz.

Perdonar no es fácil, lo sé,
pero libera del rencor,
te impulsa a seguir, te deja ser,
abriendo paso a un nuevo amor.

Cada día me recuerdo a mí mismo,
soy valioso y merezco amar,
no me define mi pasado abismo,
me define mi fuerza para luchar.

Como en la canción de Caramelos,
\"Yo me monté en el tren del amor\",
ella se bajó, yo seguí solo,
y así la vida siguió su tenor.

Moraleja:

No engañes si vas a enamorar,
no ames si vas a engañar.

JTA.

\"El amor verdadero se basa en la honestidad, la fidelidad, el respeto y la comunicación. Si no estás dispuesto a dar estas cosas, no te aventures en una relación.\"