Jose de amercal

ULTIMO ALIENTO

En el desprecio que me embarga,
siento el peso de tu indiferencia,
cada gesto es una dura sentencia,
en mi pecho, la herida amarga.
 
En la sombra de tu desdén,
mi corazón se marchita,
en la ausencia, la tristeza habita,
en el silencio, el dolor se ve.
 
El desprecio corta como espada,
en mi alma deja una cicatriz,
en cada mirada, un abismo infeliz,
en la distancia, la herida se agranda.
 
En el desprecio que me envuelve,
siento la frialdad de tu mirada,
en mi pecho, la llama apagada,
en la ausencia, mi corazón resuelve.