Paladea en la rima el universo
con el pálpito y ritmo que desboca,
y te arranca el suspiro en cada verso
con pasión, y el anhelo que provoca.
Paladea la dicha en la experiencia
que te invade la piel con el dolor
y comulga en silencio la conciencia
del ardiente deseo y su clamor.
Y si sientes el nudo en la garganta
que te impide mostrar el sufrimiento,
con la sal despeñada cuando canta
la tristeza con voces en el viento
probarás por completo cada día
el sublime sabor de la poesía.
Crystal CG.