Vivir en el dolor exacerbado,
gemir de la tristeza, y el escudo
que muestra indiferente lo anhelado
al punto de perderse en el desnudo
afán que no comprende. Enajenado
deseo de abrazarte, testarudo
latido, empobrecido y amargado;
la impura soledad del canto mudo.
Tratando entre el destino y la condena
de hurgar en los recuerdos que permito,
oyendo el recital que no resuena.
Construyo el vaticinio sobre arena,
sabiendo que el final ya estaba escrito,
llorando como llora Magdalena.
Crystal CG.