El eco que repite la sentencia
al ritmo del agravio displicente
camina en el suspiro complaciente
y llega pesaroso en la conciencia.
El hálito supremo de tu ausencia
se encaja en lo profundo de mi mente,
y lleva a la razón por la tangente
ceñido al estertor de la impotencia.
El beso del amor apasionado
descansa en el lugar del sufrimiento
sujeto del cariño despreciado.
Y todo lo ocurrido en el pasado
se pierde en las arenas, con el viento
que empuja su puñal en mi costado.
Crystal CG.