En la casa del Diablo
me sé los atajos
me escurro, me atoro
me vengo abajo
del todo
En la casa del Diablo
estoy porque quiero
porque quiero verlo
atraparlo
Pero se escurre
retuerce
se ríe
me mira
Se extasía
con mi agonía
En la casa del Diablo
yo sólo repto
no tengo olor a siniestro
Soy baba
soy nada
soy una carcajada
silenciada
En la casa del Diablo
yo fui Mayordomo
me cansé de servir
a tanto padrastro
me saco los ojos con tal
de ya no mirarlo
La casa del Diablo
es un árbol
Un árbol muy grande
milenario
Ha estado ahí
desde lo del
caso fallido
del Fruto Prohibido
Ha estado ahí antes
de transmutarse
Él mismo en serpiente
De convertirnos
en su simiente
Y sin embargo cuando salgo
vuelo a diestro y siniestro
Soy libre
pero siempre vuelvo
Me encanta su olor a estiércol
y me vuelvo a meter
en sus recovecos
El Diablo es el mismo árbol
y le encanta que le hurguen
sus adentros.