Christian Obregón

En la casa del Diablo

En la casa del Diablo
me sé los atajos
me escurro, me atoro
me vengo abajo
del todo

En la casa del Diablo
estoy porque quiero
porque quiero verlo
atraparlo

Pero se escurre
retuerce
se ríe
me mira

Se extasía
con mi agonía

En la casa del Diablo
yo sólo repto
no tengo olor a siniestro

Soy baba
soy nada
soy una carcajada
silenciada

En la casa del Diablo
yo fui Mayordomo
me cansé de servir
a tanto padrastro
me saco los ojos con tal
de ya no mirarlo

La casa del Diablo
es un árbol

Un árbol muy grande
milenario

Ha estado ahí
desde lo del
caso fallido
del Fruto Prohibido

Ha estado ahí antes
de transmutarse
Él mismo en serpiente

De convertirnos
en su simiente

Y sin embargo cuando salgo
vuelo a diestro y siniestro

Soy libre
pero siempre vuelvo

Me encanta su olor a estiércol
y me vuelvo a meter
en sus recovecos

El Diablo es el mismo árbol
y le encanta que le hurguen
sus adentros.